El small ball va a necesitar un nuevo concepto de XS si esto continua avanzando por esta alocada senda.
El baloncesto nació como un deporte por y para hombres altos; medir 2,10 o más era un privilegio y casi un pase directo y sin aduanas al profesionalismo (¿Sim Bhullar? Tal que así). La nueve corriente de estilos y su inherente estirpe de entrenadores, pone en riesgo esta vieja premisa.
Mike D’Antoni, de quien ayer escribíamos precisamente por su pretendido run&gun 2.0, quiere correr tanto que está dispuesto a renunciar a muchos centímetros por ello en determinados instantes del encuentro. Esta idea le llevaría tomar decisiones tan drásticas respecto a su rotación como introducir a Thabo Sefolosha, fichaje veraniego procedente de los Jazz, como ‘falso 5’.
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Hablamos de un alero de 2,01 que con la nueva política de altura sin zapatillas podría quedarse tranquilamente por debajo de los dos metros. Sefolosha siempre se ha distinguido por sus virtudes como defensor (de notable-alto), pero tampoco podemos olvidar su edad actual; 35 años nada menos. Viene de disputar, en su último curso en Salt Lake City, tan solo 50 partidos con 12,2 minutos de promedio. Pues él, con estos condicionantes, es la baza con la que pretende sorprender y resolver ciertos problemas el técnico de los Houston Rockets. Algo que al forward, por otra parte, le parece estupendo.
“¿Por qué no? Es simplemente un apartado más del baloncesto. Amo estar en pista, y me encanta contar con minutos independientemente de cual sea mi posición. Estoy deseando ocupar ese rol. Jugar de ‘5’ sería algo nuevo para mí… pero este deporte está cambiando. Las posiciones se difuminan. Estoy ilusionado con esta oportunidad”, rescata en declaraciones Salman Ali para SportsMap.
Cierto que las peanas en cancha, las cinco de toda la vida, cada vez son más un híbrido las unas de las otras y cuesta encontrar rangos identitarios y, a la vez, excluyentes. Ahora predominan el 3&D y la adaptación al missmatch como virtudes exigidas en casi cualquier jugador. A partir de ahí, todo lo demás es negociable y discutible.
No parece Sefolosha (en su versión actual) el parche mágico para resolver los hándicaps interiores de D’Antoni, pero no seremos nosotros quienes pongamos palos en la rueda hasta ver realmente cómo funciona (si termina por ejecutarlo de veras) el experimento. En todo caso Nene Hilario (molestias en la ingle): vuelve pronto. Por favor.
(Fotografía de Darryl Oumi/Getty Images)
La entrada Sefolosha, potencial ‘5’ en quintetos pequeños de Houston se publicó primero en nbamaniacs.
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