El escolta de Miami es el novato no elegido en el Draft con más puntos (112) en sus primeros cinco partidos en la Liga
La NBA siempre deja historias de película. En una competición que a veces puede parecer que siempre está dominada por los mismos, aún queda sitio para que algunos chicos se rebelen y salten al primer plano a base de baloncesto. Eso es justo lo que ha hecho Kendrick Nunn. El jugador de Miami Heat ha roto todos los pronósticos realizados cuando la franquicia de Florida decidió darle una oportunidad, para ser en estos momentos una de las sensaciones de la temporada. Van cinco partidos, una muestra pequeña, pero no por ello deja de maravillar lo que ha conseguido cuando ningún equipo confió en él en 2018.
Presentándose al Draft del mencionado año, no solo no fue elegido en ese momento, sino que pasó toda una temporada sin tener un solo minuto en la NBA. Pese a esa desconfianza en este chaval de apenas 1,91 metros, Pat Riley decidió apostar por él para la actual campaña. No solo no se ha equivocado, sino que Nunn le ha correspondido haciendo historia.
Con cinco partidos disputados, este chico formado en la Universidad de Oakland ha firmado 24, 18, 25, 27 y 28 puntos en cada una de esas actuaciones. En total hablamos de 112 puntos que le colocan como el novato que más ha logrado en la historia de la NBA en sus cinco primeros partidos sin ser elegido en el Draft. Pero no queda ahí la cosa, ya que es el primer jugador que supera la barrera de los 100 puntos en su primer curso desde que Kevin Durant lo hiciera en la campaña 2007-08. KD hizo 113. Él se ha ido a 112.
Porque sí, Nunn se está codeando en un abrir y cerrar de ojos con leyendas de la NBA. Tomando como referencia los últimos 35 años, es el séptimo jugador que más puntos ha logrado en sus cinco primeros partidos. Por delante quedan: Shaquille O’Neal (129 en 1993), Jerry Stackhouse (124 en 1995), Grant Hill (119 en 1994), Michael Jordan (116 en 1984), David Robinson (115 en 1989) y el mencionado Kevin Durant (113 en 2006).
Líder en Miami
Ante tal exhibición, sus promedios son casi ‘ridículos’ para un undrafted. Esta metiendo 22,4 puntos por noche (a la altura de Russell Westbrook) y está firmando un 48,5% en triples con 6,2 intentos por noche (especialistas como Devin Booker o Bojan Bogdanovic quedan por detrás). Eso es a nivel general de la NBA, pero si nos ceñimos a su equipo, vemos como su peso es enorme. Con los 22,4 puntos de promedio que señalábamos, es el máximo anotador de los Heat con seis puntos de distancia con el siguiente, Goran Dragic, que se queda en 16,4. Además, su defensa no se queda atrás, ya que roba hasta 1,8 balones por noche a parte de mostrar hambre en cada acción a ambos lados de la cancha.
Frenazo extradeportivo
Nacido en Chicago en 1995, Kendrick Nunn era una estrella de instituto que arribaba a la universidad de su estado, Illinois, para ser uno de los mejores jugadores de la competición. Todo iba viento en popa. Él iba progresando y el salto a la mejor liga del mundo cada vez estaba más cerca. Sin embargo, tras disputar tres temporadas se declaró culpable de agresión y lo expulsaron.
Sin baloncesto de por medio, Nunn hubo de cumplir 18 meses de servicio comunitario mientras pasaba toda la temporada 2016-17 en blanco. Tras ese parón (obligado por las normas de la NCAA), se mudaría a Oakland para cerrar su ciclo de cuatro años (en cinco). Allí, volvió a demostrar su talento para jugar a esto y promediar 25,9 puntos, cifra que solo fue superada por Trae Young –os sonará–. Pese a tal dato, y como ya dijimos antes, ninguna franquicia creyó conveniente hacerse con sus servicios.
40 puntos en pretemporada
Que es un jugador diferente quedó claro hace semanas. Aunque fuese pretemporada y la tensión no sea la misma que en regular season –le está dando igual–, Nunn ya anunció para qué llegaba a la NBA al endosar 40 puntos a los Houston Rockets el pasado 19 de octubre. Aquella noche dijo ‘aquí estoy yo’ aunque algunos aún no lo escuchasen. Ahora ni con tapones puedes evitarlo. A una muy buena Las Vegas Summer League le siguió una pretemporada fantástica, y a ésta un debut oficial de estrella. Hay ganas de ver el siguiente paso.
Un jugador maduro
Esta una característica que no se puede pasar por alto. Hablamos de un chico de 24 años que ha completado los cuatro años universitarios antes de llegar al profesionalismo. Esta camino –prácticamente en desuso– le otorga un temple que es apreciable cada vez que salta a la cancha. Empieza un partido, falla los dos primeros tiros, se lleva un tapón… y sigue igual. Echando un ojo de nuevo a su etapa college, primero en Illinois y el último año en Oakland, también se puede ver al jugador que hoy está bajo los focos. En su último año promedió 25,9 puntos en 37,9 minutos por encuentro. Y por supuesto, el hecho de verse de pronto casi fuera del baloncesto por un error propio, le ha hecho crecer enormemente.
Su paso por la G League
Sin sitio en el Draft ni ningún contrato para tener minutos en la NBA, Nunn acabaría pasando la temporada 2018-19 con los Santa Cruz Warriors de la G League. Allí, y aunque no le sirviese para dar el salto hasta este curso, dio rienda suelta a su talento con 19,3 puntos, 3,8 rebotes y 2,8 asistencias en 49 partidos. Ya en playoffs acabó por romper el molde con un promedio de 30 puntos. En la liga de afiliados lo disfrutaron y de ahí lo han rescatado para ponerlo bajo el sol de Florida. Kendrick Nunn quiere ser grande, quiere estar entre los mejores, quiere ser All-Star… y en camino anda.
(Fotografía de Michael Reaves/Getty Images)
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