Hace apenas tres años comenzaba a despuntar en la ACB. Hoy, es una de las grandes estrellas emergentes de la NBA y su nombre empieza a sonar con fuerza para el premio al MVP de la temporada. Y no es para menos. Luka Doncic está protagonizando un arranque de temporada sencillamente espectacular. El esloveno domina el juego con una facilidad pasmosa y recopila exhibición tras exhibición en prácticamente todos sus partidos.
Este domingo, Doncic volvió a ponerse el mono de trabajo y sus 41 puntos fueron suficientes para tumbar a los Rockets. Su producción se extendió a otras facetas del juego para completar, así, una actuación asombrosa con la que ha vuelto a escribir su nombre en el libro histórico de la NBA. Ante los Rockets, Luka superó los 2.000 puntos en la liga, convirtiéndose en el segundo jugador en registrar 2.000 puntos, 500 rebotes y 500 asistencias en el menor número de partidos (88). Tan solo Óscar Robertson necesitó menos apariciones (66).
Las palabras de James Harden a la conclusión del encuentro resumen a la perfección la frustración que supone, a día de hoy, enfrentarse a Doncic. “Le permitimos hacer lo que quisiera desde el comienzo del partido. Cuando le das a un equipo así la comodidad y la capacidad de hacer lo que quieran, ganan confianza y eso es lo que hicieron”.
Su sobresaliente rendimiento se ha extrapolado a unos Mavericks por los que pocos apostaban antes de dar comienzo la temporada. Los de Texas suman cinco victorias consecutivas y en las tres últimas han anotado más de 136 puntos. Terceros en el Oeste, los de Rick Carlisle inician ahora una exigente semana que les llevará a enfrentarse a Clippers, Suns y Lakers.
(Fotografía de Ronald Martinez/Getty Images)
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