Los Lakers se lamieron las heridas de su derrota en casa ante Dallas con un meritorio triunfo (96-105) en Denver sustentado sobre su dúo estelar. LeBron James y Anthony Davis anotaron 25 unidades cada uno y mantuvieron a flote a los suyos en los momentos en los que más empujaba el rival. Mención especial merece el caso del ala-pívot, quien cerró el partido con un doble-doble gracias a sus diez rebotes pese a jugar con un proceso gripal. Además, los angelinos se impusieron en la pintura y dominaron la batalla en el rebote, dejando a su rival en apenas 35 capturas cuando promediaba 47 hasta entonces.
Una virtud que explotaron desde los instantes iniciales. Tanto JaVale McGee como Dwight Howard –13 puntos, 6 rebotes y 2 tapones– fortificaron la zona a su antojo y limitaron la producción ofensiva de Jokic, quien limitó su aportación a surtir de balones a sus compañeros. Murray –22 puntos– se convertía en la principal fuente de anotación local y LeBron James hacía lo propio para nivelar la balanza.
El intercambio de golpes se desplazó a la segunda unidad, con ambas formaciones intentando imponer su hegemonía para controlar el encuentro. Rajon Rondo –11 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias– se animó rápido en ataque y favoreció una mayor circulación del balón, liberando de dicha responsabilidad a un LeBron volcado en castigar el aro. Los Nuggets, con un juego muy generoso, encontraban numerosas fuentes de anotación en Grant, Morris y Beasley para mantener equiparada la contienda.
Con Rondo controlando la nave oro y púrpura, el regreso a la pista de LeBron James y Anthony Davis permitió a los visitantes abrir una pequeña brecha de once puntos al descanso. Sin embargo, los fantasmas de Dallas volvieron a aparecer y los de Mike Malone devolvieron rápidamente la moneda con un parcial de 15-4. El cerrojo interior de los Lakers se fragmentó y Paul Millsap –21 puntos y 8 rebotes– aprovechó para campar a sus anchas. Danny Green rompía el parcial desde el perímetro y Anthony Davis aparecía para empezar a desgranar el triunfo.
El ala-pívot sumaría un nuevo triple y LeBron James hacía especial daño en transición. Los de Frank Vogel recuperaron la chispa en defensa y una reducida versión del mejor Howard devolvió la calma a la muralla interior angelina. El propio LeBron y Rondo se repartían a placer la distribución del juego, mientras Davis y Howard controlaban ambas pinturas. En los últimos minutos, los Nuggets protagonizaron un quiero y no puedo con un monólogo de Murray que fue incapaz de prosperar. La conexión del dúo estelar había marcado el camino a seguir y dos buenas defensas de Davis terminaron por sepultar las esperanzas de Denver.
Problemas de finalización para los Nuggets
Los Nuggets dieron la sensación de no ser una amenaza real para los angelinos durante gran parte del encuentro. Pese a volver a rendir en el apartado defensivo, no lograron dar continuidad a esta virtud en el otro lado de la cancha y tan solo lograron hincar al diente con continuidad en el tercer cuarto.
“Nos costó anotar tiros”, admitió el entrenador Mike Malone tras el partido. “Jugamos agresivamente e intentamos atacar en transición, pero a veces nos costó terminar. Somos el 18ª mejor ataque porque en tiros de campo, triples y tiros libres estamos por debajo de la media. Esa es la conclusión”.
De hecho, los Nuggets firmaron un buen papel defensivo en la segunda mitad, dejando a los Lakers en tan solo 45 puntos. “Nuestra defensa fue bastante buena”, prosiguió el técnico. “En ese último cuarto fue bastante buena, dejando a nuestro rival en 21 puntos, una cifra bastante buena para el equipo que es.”
A los apenas 47 puntos anotados en la segunda mitad se unió un mal día en la pintura, donde fueron ampliamente superados por las torres angelinas. Un factor fundamental para entender la derrota de los de Colorado. “Podemos hablar sobre ello y recordar a los jugadores sobre lo importante del rebote. Fue uno de los puntos diferenciales en el partido. Puedes hacer una muy buena defensa, pero si no lo acompañas con un rebote será una larga noche”, finalizó Malone.
El ‘flu game’ particular de Anthony Davis
En unas condiciones y contexto muy diferentes al de aquellas Finales de 1997 de Michael Jordan, Anthony Davis escribió esta noche las líneas de su ‘flu game’ personal. ‘The Brow’ fue uno de los principales artífices de la victoria de su equipo pese a jugar con síntomas gripales.
El ala-pívot, fundamental también en defensa durante los últimos minutos, tuvo que tomar líquidos intravenosos al descanso a causa de la deshidratación, en unas palabras recogidas por el periodista de ESPN Dave McMenamin que serían confirmadas posteriormente por Frank Vogel.
Davis solo se ha perdido un partido en el presente curso y se ha asentado como uno de los grandes favoritos para el premio al Jugador Defensivo del Año. Es el cuarto jugador con mejor defensive rating de toda la NBA según Basketball Rerefence y ocupa la segunda posición en la lista de máximos taponadores por detrás de Jonathan Isaac. Además, lidera a los Lakers en anotación (26,1) y rebotes (9,3).
(Fotografía de portada de Matthew Stockman/Getty Images)
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