El Madison Square Garden se tiñió de oro y púrpura para homenajear al tristemente fallecido Kobe Bryant en accidente de helicóptero. La noticia había corrido como la pólvora por las redes sociales y muchos no podían asimilarla. Ocurrió con los Brooklyn Nets ya dentro del pabellón, pero ambas franquicias se plantearon si disputar o no el partido.
Finalmente si se dio el salto inicial con un silencio atronador que asustaba. Tanto Nets como Knicks violaron la norma de los 24 segundos en honor a Kobe, y al habitual narrador de la televisión MSG, Mike Breen, ni siquiera le salía la voz en los primeros instantes de la retransmisión. Nunca una victoria de los New York Knicks (97-110) supo tan amarga como la de anoche, pero es que el legado de Bryant ha sido tan grande que afectó allí a todos los presentes, incluido a un Kyrie Irving que decidía no vestirse de corto.
“Obviamente nuestro líder Kyrie no pudo jugar. Nuestros pensamientos están con él, así como con las familias, la familia Bryant y las otras familias del helicóptero, los padres, los pilotos…”, dijo Garrett Temple a ESPN. “Fue el ídolo de Spencer (Dinwiddie). Cuando lo escuché por primera vez, pensé en ellos dos. Especialmente en nosotros, que le vimos el mes pasado junto a su hija”, agregó.
Julius Randle, que compartió vestuario en sus primeras dos temporadas con Bryant, se marchó cabizbajo sin hacer declaraciones. Fue el más destacado de los Knicks con 22 puntos y 15 rebotes, seguido de su compañero Marcus Morris con 21 tantos y un 9/18 en tiros de campo. El gemelo también es natural de Philadelphia y no podía asimilar lo ocurrido.
“Alguien me dijo alguna vez que Superman no podía morir. Y para nosotros era como Superman”, señaló Morris.
Desde su llegada a la liga en 1996 hasta su retirada en 2016 La Mamba Negra lograba que el público del Madison Square Garden se volcara completamente con él pese a ser el jugador rival. Rara no era la ocasión que recibía al unísono los cantos de “Kobe, Kobe, Kobe…”. Y anoche volvió a suceder. El público, lleno de camisetas con el número 8 y el 24, no dudó en recordarle nuevamente. Y para la historia quedará el récord de los 60 puntos que logró el 3 de febrero de 2009 en una victoria por 117-126.
“Yo nací en el 93 y él fue seleccionado en el Draft del 96. Crecí en el centro sur de Los Angeles. Lo fue todo para mi generación. Hay toda una generación de chicos Los Angeles que crecieron con él. Esa fue nuestra infancia”, explicó Dinwiddie, que lideró a los visitantes con 23 puntos.
(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)
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