A falta de unas semanas para el inicio de la temporada regular 2019-20, toca echar un vistazo a los candidatos para alzarse con los galardones individuales más importantes del curso NBA. Teniendo en cuenta la experiencia de anteriores cursos y movimientos de mercado, hemos seleccionado los que a priori pueden ser las principales figuras para obtener estos prestigiosos reconocimientos.
A continuación, ocho jugadores que podrían llevarse el premio a Mejor Sexto Hombre del Año durante la temporada 2019-20 en la NBA.
Lou Williams (Clippers)
Resulta impensable empezar la lista con otro nombre. El de los Clippers se ha llevado el galardón en las dos últimas temporadas, y arranca el curso con la posibilidad de convertirse en el primer jugador en hacerse con él en cuatro ocasiones distintas, superando a toda una leyenda de este rol como Jamal Crawford. Lou es ya el hombre que más puntos ha anotado partiendo desde el banquillo en la historia de la Liga, pero no le basta con eso.
La situación de los Clippers, no obstante, ha cambiado lo suficiente como para complicar su reinado. Pese a arrancar como suplente, Williams fue el año pasado la estrella del equipo (puesto compartido con Tobias Harris hasta su salida), algo que este año, con Paul George y Kawhi Leonard a su lado, resulta impensable. Esto no evitará que sea el gran generador de juego y canastas de la segunda unidad, pero cuando lleguen finales apretados, momentos en los que hasta ahora ha sido una de las claras referencias angelinas, es previsible que pierda tiros y protagonismo, lo que puede jugar en contra de sus números y de su visibilidad.
Además, aunque esto no fue un impedimento para ganar el año pasado, presumiblemente volverá a compartir segunda unidad con otro de los grandes sextos hombres de la competición como Montrezl Harrell, y aunque si bien es el ala-pívot el gran damnificado de esta situación (no está en la lista por este mismo motivo), ambos puede ser perjudicados. Quizás los Clippers vuelvan a contar con el banquillo del campeonato, pero parece que, al menos a nivel individual, Lou podría tener más problemas para brillar.
Bogdan Bogdanovic (Kings)
Tras poner su nombre con más fuerza en el mapa con su gran actuación en la Copa del Mundo (pese al decepcionante final), Bogdan arranca el año llamado a ser el gran referente de la segunda unidad de Sacramento. Ahora que Bagley pasará previsiblemente a ocupar un rol de titular, el serbio podría brillar incluso más que el curso pasado, en el que promedió 14,3 puntos cuando actuó como suplente, lo que haría de él alguien a quien tener en cuenta para llevarse el premio.
La temporada en Sacramento se presenta con ciertos alicientes, pues si bien estar en el Oeste es una condena cuentan con un núcleo de jugadores jóvenes que promete, como poco, diversión. Bogdanovic será sin duda importante en las aspiraciones de los de California, y si logra lucir su capacidad para anotar y ser desequilibrante los Kings podrán volver a soñar con unos playoffs que se antojan disputadísimos.
Derrick Rose (Pistons)
Tras su “resurrección” del año pasado, el que fuera MVP en 2011 llega a Detroit con la intención de demostrar que aún tiene mucho baloncesto que dar. No está claro qué rol tendrá exactamente en la franquicia de Michigan, pero si Reggie Jackson continúa ejerciendo de base titular el ex de los Wolves pasará de manera casi automática a formar parte de la lista de candidatos a este premio.
Ahora que ha vuelto a un buen nivel, lo único que se le puede desear es que lo mantenga. El pasado curso promedió 16,9 puntos cuando partió desde el banquillo, el tercer promedio más alto para jugadores con más de 30 partidos como suplentes, y si este año ocupa ese lugar de forma regular tiene muchas papeletas para estar en la conversación. La segunda unidad de los Pistons no va precisamente sobrada de talento, y los puntos de Rose pueden acabar marcando la diferencia entre repetir playoffs o no.
Como curiosidad, Derrick podría convertirse en el tercer jugador en ganar un MVP y un MIP en su carrera, algo que hasta ahora solo han hecho Bill Walton y James Harden.
Fred VanVleet (Raptors)
El canadiense no ha parado de crecer desde su llegada a la NBA, y quién sabe si esta podría ser la temporada de su salto de calidad definitivo. A lo largo de su etapa profesional ha demostrado su capacidad para ser decisivo desde el banquillo (basta con recordar sus partidos contra Bucks y Warriors en los pasados playoffs), aunque también ha tenido ciertos problemas para ser regular ofensivamente que hacen que sus estadísticas no sean tan lustrosas como para pelear por el galardón. Este año, no obstante, quizás le haya llegado el momento.
No está del todo claro qué va a ser de estos Raptors ahora que ya tienen el anillo en su haber y que Kawhi ha salido, pero la plantilla parece lo suficientemente equilibrada como para asumir que seguirán siendo un buen equipo (que no un gran equipo). Con Lowry asentado en la titularidad, VanVleet está llamado a liderar la segunda unidad, y si sigue creciendo baloncestísticamente y con ello ayuda a los canadienses a seguir en la zona noble del Este, no hay duda de que será un hombre a tener en cuenta cuando llegue la hora de votar.
Spencer Dinwiddie (Nets)
Uno de los que, pese a no acabar siendo nominado, fue de los mejores sextos hombres del curso pasado es el de Brooklyn. Es imposible explicar el éxito de los neoyorquinos sin hablar de la gran labor de Dinwiddie, que con sus 16,8 puntos por partido y su determinación en momentos decisivos fue un pilar en la rotación de Atkinson. No en vano, los Nets decidieron extender su contrato el pasado mes de diciembre, algo que hicieron por un 33×3 que resulta de lo más barato en los tiempos que corren.
De forma similar a lo que ocurría con Lou Williams en los Clippers, la franqucia ha incorporado grandes nombres este año, aunque hay diferencias significativas con los angelinos. Durant, llamado a ser la gran estrella del equipo, se perderá como poco gran parte de la competición (quizás incluso toda), y la llegada de Irving ha sido básicamente un cambio de cromos por D’Angelo Russell, por lo que las opciones de Spencer para brillar no deberían verse afectadas. Veremos si es capaz de aprovecharlas para seguir siendo una de las referencias ofensivas de un equipo que promete fuertes emociones en los próximos años.
Rodney Hood (Blazers)
Tras unos buenos playoffs, Hood se ganó la confianza de Portland para continuar un año más en Oregón. El rendimiento del escolta fue positivo desde su llegada, y ahora, con algo más de confianza y continuidad, debe ser uno de los hombres que sostenga al equipo en pista mientras Lillard y McCollum observan sentados en el banquillo.
Su capacidad anotadora ha quedado más que demostrada a lo largo de su carrera, pero es su consistencia lo que más dudas puede despertar. No obstante, en una segunda unidad que a priori deja dudas, debe encontrar esa regularidad que ayude a los Blazers a continuar siendo competitivos y a seguir sorprendiendo en un Oeste en el que prácticamente no hay rival débil. El año pasado promedió 9,9 puntos en playoffs, cifra que veremos si consigue mejorar ahora que es parte de la plantilla desde el primer día.
Terrence Ross (Magic)
Ross es la clase de jugador que encaja a la perfección en el perfil de sexto hombre más habitual: exterior, eléctrico, con gusto por atacar con balón y generarse sus lanzamientos de media o larga distancia… Con mayor o menor acierto, el ex de Toronto fue fundamental en el curso de los Magic, que han conseguido retenerle a un precio no excesivamente alto con la esperanza de que continúe exhibiendo sus capacidades para anotar.
El escolta acabó la temporada 18-19 con 15,1 puntos de media (con diferencia, la mejor de su carrera), y debe continuar siendo una de las bases del proyecto mientras los más jóvenes de la plantilla van poco a poco ganando madurez y peso en el equipo. Hasta que llegue ese momento, bueno es para Orlando saberse con un jugador de cada vez más garantías preparado para salir desde el banco.
Jeremy Lamb (Pacers)
Las dudas con respecto a ex de los Hornets residen en cuánto tiempo tardará Oladipo en volver, pues es de suponer que ocupará su puesto de titular hasta que Victor regrese. Si esto ocurre bien entrada la temporada, Lamb dejará de ser automáticamente candidato, pero si el escolta no tarda demasiado en regresar a las pistas no hay duda de que Jeremy tiene calidad de sobra para convertirse en uno de los hombres de banquillo más importantes de la temporada.
Solo Kemba Walker promedió más puntos que él en su último año en los Hornets, y el rol de sexto hombre no le es en absoluto desconocido. Es un jugador que ha ido a más en prácticamente cada temporada, y que recala ahora en un proyecto de lo más interesante al que puede aportar grandes cosas. Su talento para optar al premio es indiscutible, aunque, de nuevo, quizás no parta como suplente las veces necesarias como para hacerse con él.
Más nombres
Evidentemente, estos no son todos los nombres que podría surgir en la conversación, aunque seguramente sí los más recurrentes. Por diversos motivos han quedado fuera jugadores como Montrezl Harrell (coexistencia con Lou Williams), Domantas Sabonis (posible titularidad), Gordon Hayward (dudas sobre su rendimiento), J.J. Redick, o Serge Ibaka que también merecen aunque sea una pequeña mención. En un premio tan difícil de prever como este es normal que haya muchos candidatos al inicio de la carrera, aunque al final solo uno podrá llevarse el trofeo a casa.
Siguiente artículo de esta serie en ser publicado: Candidatos al MVP.
(Fotografía de portada: Josh Lefkowitz/Getty Images)
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