Cada vez está más claro que el rótulo de intransferible ha desaparecido en la NBA de hoy. Los gigantescos contratos de Andrew Wiggins, Russell Westbrook, Chris Paul, Andre Drummond o Mike Conley han sido fruto de traspaso desde julio. El primero recaló hace apenas dos semanas en Golden State mediante una operación a través de la cual D’Angelo Russell se unió a Karl-Anthony Towns en Minnesota. El propio Russell había aterrizado en los Warriors en verano como moneda de cambio en la salida de Kevin Durant. La idea era no perder al alero por nada y el tiempo ha terminado por demostrar que se trataba de un simple parche temporal. Así, es inevitable pensar que la llegada de Wiggins puede seguir un guión similar si no logra adaptarse a su nuevo equipo. Nada asegura que cumplirá su contrato con los Warriors, fijado hasta verano de 2023 por una cantidad cercana a los 123 millones de dólares.
Aún así, Wiggins tendrá una gran oportunidad para comenzar de nuevo después de una experiencia poco fructuosa con los Timberwolves. En Golden State no atraerá tantas miradas ni responsabilidades, las cuales recaerán nuevamente sobre el trío estelar formado por Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. Todos ellos están bajo contrato al menos hasta el verano de 2022, por lo que no existe necesidad alguna de que Wiggins asuma el peso de líder espiritual en el vestuario. Sin presión, se trabaja mucho mejor. “Hay una gran diferencia sobre el papel. En Minnesota necesitaban que fuera una estrella. Aquí no le pediremos que lo sea”, explicaba Steve Kerr.
Su rol en el sistema de Kerr es más propicio y compatible que el que hubiera podido cumplir Russell tras el regreso de los Splash Brothers. “[Wiggins] Es un atleta eléctrico y queremos jugar rápido. Tiene la longitud y la velocidad para cumplir ese papel. Tiene mucho que ofrecernos”, afirmaría Kerr. De momento, la petición del técnico parece cumplirse. El alero nunca ha sido un gran tirador pero en sus primeras tres apariciones con los Warriors hemos visto una versión suya inaudita hasta el momento, con un acierto del 53,3% en triples cuando nunca había alcanzado el 36% en sus cinco primeras temporadas en la NBA. Velocidad y acierto, precisamente lo que se le pedirá hasta la reaparición de sus estrellas.
Sin embargo, el regreso de Curry y Thompson le relevará a un segundo plano en el que amasará mucho menos la bola, algo a lo que no está acostumbrado. En dicho punto, Kerr tendrá ante sí un reto aún mayor: hacer de Wiggins un buen defensor, el que ha sido uno de sus principales puntos débiles desde que salió de Kansas. “Wiggins es muy capaz de darnos números, pero lo que necesitamos es su energía, compromiso defensivo y correr a toda velocidad.” Sin tanto balón en sus manos se verá obligado a moverse constantemente y a defender con garantías en su propio campo.
Wiggins sirvió principalmente como la segunda opción en ataque en Minnesota tras Karl-Anthony Towns. Ahora cumplirá unas funciones más complementarias mientras adapta su juego a un perfil más orientado al del 3&D. Defender y tirar. Cerrar el perímetro y asumir la puntuación solo cuando sea necesario. O al menos eso es lo que parece pretender Steve Kerr. ¿Será capaz de convertirlo en una pieza importante dentro del grupo?
Queremos saber tu opinión
Esta madrugada regresa la NBA y con ello el primer partido de los Warriors tras el parón por el All-Star Weekend. Enfrente tendrán a un duro rival como son los Rockets del small-ball extremo. Un encuentro que servirá de nuevo para ver en acción a Andrew Wiggins. Así que la pregunta de hoy es la siguiente, ¿podrá transformar Steve Kerr a Wiggins en una pieza productiva a largo plazo?
Estamos encantados de poder conocer tu postura al respecto. Déjanos tu opinión en la caja de comentarios. ¡Te leemos!
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)
La entrada El debate: ¿Andrew Wiggins tendrá hueco a largo plazo en los Warriors? se publicó primero en nbamaniacs.
Posts
No comments:
Post a Comment